Ante “nueva normalidad”, PNUD insta a cerrar brechas de desigualdad

Recomendaciones para evitar debilitamiento del desarrollo humano en materia de salud, educación, ingreso y género

14 de Julio de 2020

Ciudad de México, a 14 de julio de 2020.- La crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 disparó problemas estructurales en México y en el mundo que ocasionaron el debilitamiento del desarrollo humano. Ante ello, el estudio “Desarrollo Humano y COVID-19 en México – Desafíos para una recuperación sostenible” presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, identifica los principales desafíos del país respecto a salud, educación e ingreso, así como en materia de género, y plantea una serie de recomendaciones a gobiernos y otros actores del desarrollo para hacer frente a la “nueva normalidad”.

Esta publicación, ha sido motivada por las nuevas estimaciones del Informe de Desarrollo Humano del PNUD que, por primera vez desde la concepción del término en 1990, señalan un descenso en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) a nivel global. Desde el contexto mexicano, se retoma el hilo conductor del análisis global para una reflexión nacional.

La presentación del documento estuvo a cargo del Representante Residente del PNUD en México, Lorenzo Jiménez de Luis; la Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Martha Delgado; el Especialista en Política de la Oficina del Informe de Desarrollo Humano del PNUD en Nueva York, Heriberto Tapia; y de la Coordinadora del proyecto Iniciativas Gerenciales, PNUD México, Annabelle Sulmont.

En un contexto nacional en el que las entidades federativas entran, cada una a su propio ritmo, en una nueva normalidad, deberán llevarse a cabo acciones que no sólo permitan mitigar los efectos sociales y económicos desencadenados por la emergencia sanitaria, sino también contribuir a cerrar las brechas de manera sostenible.

En su participación, el Representante Residente del PNUD en México, destacó que la debilitación del desarrollo humano no está únicamente relacionada con la crisis derivada de la COVID-19, sino que esta emergencia dispara problemas estructurales preexistentes.

Además de examinar las dimensiones del Índice de Desarrollo Humano (IDH), salud, educación e ingreso, se integra una reflexión sobre la igualdad de género por su carácter de habilitador del desarrollo.

En el Índice de ingreso, el documento insta a proteger a las poblaciones más vulnerables y subsanar las carencias preexistentes a la emergencia sanitaria en la infraestructura y servicios de salud, para reducir las brechas de desigualdad evidenciadas por la pandemia.

Si bien, no hay certeza en el nivel de retroceso del Índice de educación, una estimación hipotética permite identificar que una disminución en los años esperados de escolaridad de las y los mexicanos sería equivalente a regresar a los niveles de 2015. Por ello, el estudio insta a reducir la brecha digital, para asegurar una nueva normalidad en términos educativos, tanto en términos de esquemas de formación educativa como de teletrabajo.

Priorizar los sectores económicos más importantes y proteger el ingreso de las poblaciones más vulnerables es fundamental para evitar un retroceso en el Índice de ingreso. Lo anterior, dado que se estima que los efectos en esta dimensión serán los más importantes; pues es altamente probable que mexicanos y mexicanas caigan en situación de pobreza por ingresos.

Las niñas, adolescentes y mujeres están más expuestas a situaciones de vulnerabilidad y discriminación agudizadas por la misma crisis, como son la informalidad, el trabajo no remunerado, las tareas preasignadas de cuidado por cuestiones de rol de género, la violencia, entre otras. Por ello, el estudio resalta el impacto diferenciado entre hombres y mujeres y menciona que es fundamental definir medidas específicas y transversales para la atención de las mujeres basadas en el principio de no dejar a nadie atrás.

Al respecto, la Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Martha Delgado, señaló que la brecha de género va a ser una de las principales en las que se tendrá que trabajar durante la recuperación de esta crisis.

Por su parte, el Especialista en Política de la HDRO resaltó que si bien la COVID-19 ha perdonado a la niñez, la pobreza y la desigualdad no lo han hecho.

Considerando la afectación global y en aras de contribuir a la discusión nacional de los resultados y el impacto local derivado de la COVID-19, junto con esta presentación se inició una serie de tres debates sobre cada una de las dimensiones del IDH.

Debate “Ingreso y desigualdades al largo plazo”

Considerando la afectación global y en aras de contribuir a la discusión nacional de los resultados y el impacto local derivado de la COVID-19, junto con esta presentación se inició una serie de tres debates sobre cada una de las dimensiones del IDH.

En el primer debate titulado “Ingreso y desigualdades al largo plazo” participaron: José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España de 2004 a 2011; Luis Felipe López Calva, Director Regional para América Latina y el Caribe del PNUD; Diana Alarcón, Coordinadora General de Asesores y Asuntos Internacionales del Gobierno de la CDMX; Gonzalo Hernández Licona, Director de la Red de Pobreza Multidimensional; y José Carlos Diez, economista como moderador.

Los participantes abordaron el tema de ingreso y desigualdades a largo plazo. Además de discutir de políticas públicas para mitigar el impacto negativo de la crisis derivada de la COVID-19 en materia de ingreso, reflexionaron sobre las necesarias medidas para las poblaciones más vulnerables.

José Luis Rodríguez Zapatero destacó la magnitud de las afectaciones, por lo que consideró que “esta crisis no permite límites para adquirir deuda”. Abordó la necesidad de atacar el problema del empleo informal y de los salarios bajos. Asimismo, destacó que sin igualdad de género no habrá progreso.

Luis Felipe López-Calva resaltó la importancia de reconstruir confianza entre ciudadanos y gobierno para avanzar en un nuevo contrato social post COVID-19. A la par insistió en la importancia de generar conectividad para una transformación sistémica en la cual, la cuestión del empleo se tiene que pensar a la par del sistema tributario.

Gonzalo Hernández Licona se refirió al cambio necesario para afrontar las desigualdades anteriores a la crisis derivada de la COVID-19, señalando que recuperarse no es insuficiente para un país como México. Destacó también la importancia de revisar los esquemas de seguridad social a partir de las condiciones laborales, poniendo el foco en las personas del sector informal.

Por su parte, Diana Alarcón se refirió a los retos particulares y acciones para afrontarlos en la Ciudad de México, señalando que en ella 50% de la PEA está en el sector informal. “Es decir, la discusión sobre aumentos en la productividad y la posibilidad de aumentar la recaudación en la Ciudad de México pasa por la formalización del empleo y la capacidad para dar un mejor acceso a las tecnologías de la educación.”

Con este documento, el PNUD en México reitera su apoyo al Estado mexicano para contribuir al impulso de acciones que contribuyan a garantizar el ejercicio de los derechos de las personas, sin dejar a nadie atrás.