Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza de 2020

Contribuir a generar iniciativas innovadoras que ayuden a construir un país que pueda superar las crisis e impulsar y mantener un crecimiento que mejore la calidad de vida de todas y todos

17 de Octubre de 2020

Foto:PNUD Laboratorios Aceleración

Ciudad de México, a 17 de octubre de 2020.- En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México reitera su compromiso con el Estado mexicano y con todos los sectores de la sociedad, para contribuir a generar iniciativas innovadoras que ayuden a construir un país que pueda superar las crisis e impulsar y mantener un crecimiento que mejore la calidad de vida de todas y todos.

La pandemia de la COVID-19 es un firme recordatorio de que entre los grupos más vulnerables se encuentran las personas en situación de pobreza. El Administrador del PNUD, Achim Steiner, afirma que son los más pobres los que tienen un mayor riesgo de exposición al virus y los que tienen menos acceso a servicios de salud de calidad. Añade que, como resultado de la pandemia, se espera que la pobreza extrema aumente por primera vez en más de 20 años a escala mundial, mientras que otros 115 millones de personas pasarán a la pobreza extrema este año.

De acuerdo con los datos del Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2019, México se posiciona entre los países con un desarrollo humano alto, ubicándose en el lugar 76 de 189, con un IDH de 0.767. En términos del Índice de Pobreza Multidimensional (IMP) 2019, la situación del país lo ubica en el lugar 35 de 101 países, y en el onceavo en América Latina y el Caribe, con 6.3% de su población en pobreza multidimensional.

Si bien son datos alentadores en el avance en la lucha contra la pobreza, aún subsisten en el país desigualdades que se ven reflejadas en un desarrollo subnacional dispar, con contrastes en la salud, educación y el ingreso; los cuales incrementan por el impacto de la pandemia de la COVID-19.  Estas cifras se estiman en un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de personas en pobreza, y entre 6.1 y 10.7 millones en pobreza extrema (CONEVAL, 2020).

  •  En 2018, 4 de cada 10 mexicanos estaban en situación de pobreza, lo que equivale a 52.4 millones de personas (CONEVAL, 2020). En particular, 70% de la población indígena, 49% de la población con alguna discapacidad y 50% de los niños, niñas y adolescentes se encontraban en situación de pobreza. A nivel subnacional, las entidades con mayor porcentaje de población en situación de pobreza extrema se ubican en la zona centro-sur del país.

  • En 2018, cerca de 20.2 millones de personas no contaban con adscripción o derecho a recibir servicios médicos de alguna institución que los presta, incluyendo el Seguro Popular, las instituciones públicas de seguridad social (IMSS, ISSSTE federal o estatal, Pemex, Ejército o Marina) o los servicios privados.
  • En términos de ingreso, los datos identifican que quienes nacen en posiciones de mayor desventaja poseen pocas posibilidades de superar su situación, y aquellas personas que cuentan con los medios para satisfacerlas tienen reducidas probabilidades de perderla.
  • A su vez, persisten desigualdades de género en el país donde se refleja que las mujeres están más expuestas a situaciones de vulnerabilidad agudizadas por la COVID-19. A lo anterior, destaca que la tasa de informalidad de las mujeres (58%) es mayor que la de los hombres (55%)[1]; y que las mujeres en pobreza reciben 73 pesos por su trabajo por cada 100 pesos que reciben los hombres[2].

“A pesar de los desafíos monumentales a que se enfrenta el mundo hoy, la pandemia de COVID-19 nos presenta un mundo con la oportunidad única de "comenzar de cero" para aspirar a un futuro más sostenible”, expresa del Administrador del PNUD.

Achim Steiner invita a los países a seguir apoyando para transformar los modelos de producción y patrones de consumo, a implementar estrategias para el desarrollo económico sostenibles, e identificar y atender las causas estructurales de la desigualdad social y la degradación medioambiental.

“En un sentido más amplio, debemos transformar nuestra producción y patrones de consumo insostenibles, separar el crecimiento económico de la degradación medioambiental y atender las causas estructurales de las desigualdades sociales y medioambientales en nuestras sociedades” explica Steiner.

Estas acciones, al implementarse en México, sin duda ayudarán a que el país alcance con éxito los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y a cumplir con el reto de erradicar la pobreza en todas sus formas sin dejar a nadie atrás.