Por: Arlen Ramírez, Especialista Integridad, Transparencia y Anticorrupción y Kevin Betancourt, Pasante del Proyecto Rendición de cuentas, participación ciudadana y prevención de la corrupción para el desarrollo sostenible

Los esfuerzos por contener la crisis sanitaria de la COVID-19 se han visto obstaculizados por la permanencia de la corrupción en los países. Desafortunadamente, esto ha ocasionado la pérdida de miles de vidas humanas a causa del desvío de fondos destinados a atender la emergencia sanitaria y la falta de accesibilidad equitativa a las vacunas. Anualmente, los costos derivados de la corrupción se estiman en $2.6 billones de dólares[1], lo que hace necesario que tanto los gobiernos, como las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas, el sector privado, la sociedad civil y las personas tomen responsabilidad en el combate a la corrupción.

En ese contexto, del 6 al 10 de diciembre de 2021 se llevó a cabo la Semana Conmemorativa del Día Internacional Contra la Corrupción (DICC) con el objetivo de reflexionar sobre los avances y retos de las acciones realizadas en México para combatir la corrupción, así como intercambiar buenas prácticas nacionales e internacionales en la materia.

Fue en este espacio donde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México presentó el Autodiagnóstico de Riesgos de Corrupción, una herramienta digital para identificar los riesgos de corrupción en diversas áreas de gestión pública: contrataciones públicas; planeación estratégica y evaluación de la gestión; y trámites y servicios a la ciudadanía. Este producto puede implementarse por cualquier parte interesada sin la necesidad de recurrir a un acompañamiento técnico previo que permita la identificación de riesgos de corrupción.

El Autodiagnóstico está inspirado en el Modelo para la Gestión de Riesgos de Corrupción en el sector público, una propuesta metodológica de apoyo para la consecución de la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana aplicable a políticas y programas públicos. El Modelo, desarrollado por el PNUD México, en colaboración con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA), y con apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), busca sentar las bases para que las organizaciones de la sociedad civil (OSC), la Secretarías Ejecutivas de los Sistemas Estatales Anticorrupción (SESEA), los Comités de Participación Ciudadana (CPC) y las instituciones públicas promuevan acciones preventivas periódicas por medio de esquemas de implementación flexibles.

El Modelo para la Gestión de Riesgos de Corrupción se implementó a nivel local durante el periodo de junio de 2020 a septiembre de 2021, por OSC integrantes de la Red Nacional Anticorrupción, como parte del proyecto Localizando la Anticorrupción: Estrategias de fortalecimiento de los SLA desde lo local, con perspectiva de género y enfoque de Derechos Humanos. Entre los resultados y aprendizajes de su implementación en los estados de Colima, Durango, Sinaloa y Quintana Roo se encuentran los siguientes:

Colima: anticorrupción en la gestión de medicamentos

En 2019 se llevó a cabo la Evaluación del Sistema de Control Interno Institucional de la Secretaría de Salud y Bienestar Social, con la finalidad detectar áreas de mejora en el mismo; entre los resultados encontrados sobresale el hecho de que su Sistema Informático para el manejo de inventarios no se encuentra interconectado con otros sistemas informáticos de la Secretaría de Salud. Este hallazgo despertó la atención de las y los integrantes del Comité Ciudadano del Estado de Colima (también llamado ¿Cómo Vamos? Colima), quienes decidieron implementar el Modelo para la Gestión de Riesgos en el proceso de recepción, almacenamiento, distribución y dispensación de los medicamentos en el Hospital Regional Universitario y en el Almacén Central del Estado de Colima. Lo anterior, en un contexto que puso la atención en el tema sanitario a nivel mundial.

La implementación del Modelo se dio en colaboración con la Secretaría de Salud y Bienestar Social (SSyBS) y tuvo como propósito identificar las causas que favorecen la existencia de posibles actos de corrupción en el sector salud. Para el desarrollo del piloto se utilizaron las siete herramientas propuestas por el Modelo, asimismo, se contó con el seguimiento quincenal y mensual del PNUD y la SESNA.

Este ejercicio colaborativo se concretó mediante un Convenio entre el Comité Ciudadano del Estado de Colima, el CPC, la SESEA y a la Secretaría de Salud y Bienestar Social. Los hallazgos más significativos fueron la identificación de 7 riesgos de corrupción en el Hospital Regional Universitario, en los procesos de recepción, almacenamiento, traslado y dispensación de medicamentos, y como un eje transversal a ellos, la omisión de denunciar actos de corrupción. Además, 6 de los 7 riesgos identificados fueron incluidos en la Matriz de Riesgos Institucionales de la SSyBS con el fin de darle el seguimiento correspondiente.

Durango: anticorrupción en el Fondo Durango

La emergencia por la pandemia de la COVID-19 durante el año 2020 ocasionó pérdidas económicas a gran escala en el país, siendo una de las principales afectadas las MIPyMES. En respuesta a dicha situación, el gobierno del Estado de Durango recurrió al Fideicomiso Fondo Durango como parte de las acciones a favor de la economía y protección al empleo. No obstante, se presentaron una serie de acontecimientos en el manejo del Fideicomiso que resultaron en la separación del cargo de varias personas servidoras públicas.[2]

En este contexto, la OSC Solidaria México A.C. decidió implementar el análisis de riesgos de corrupción en el Fideicomiso Fondo Durango, específicamente, en el análisis de procesos y conductas del programa de financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas.

Durante el desarrollo del Modelo fueron identificadas al menos siete áreas de mejora para la prevención de riesgos de corrupción en el Fideicomiso, por lo que se instó a reformar el marco normativo de dicho instrumento y a implementar mecanismos de vigilancia ciudadana permanentes. Además, como parte de los resultados en el Estado de Durango, se logró captar el interés de otras iniciativas ciudadanas para participar en los próximos ejercicios de implementación de metodologías para gestionar riesgos de corrupción.

Sinaloa: anticorrupción en las contrataciones del sector salud

Durante el año 2017 la Auditoría Superior del Estado de Sinaloa y la Fiscalía Anticorrupción detectaron la incidencia de delitos y faltas graves asociados a la corrupción en el sector salud incluidas, por ejemplo, el otorgamiento de tres contratos que no justificaban la adjudicación directa y que no realizaban los debidos estudios de mercado. Derivado de esta situación, la organización civil Iniciativa Sinaloa A.C. decidió aplicar el Modelo para la gestión de riesgos de corrupción en los procesos de contratación de bienes y servicios por parte de los Servicios de Salud de Sinaloa (SSS).

Durante la implementación del Modelo, se lograron identificar cinco riesgos de corrupción, dos de los cuales resultaron con un nivel alto de riesgo. Al igual que en los casos anteriores, el ejercicio resultó en la emisión de recomendaciones para la SSS, entre las que se encuentran impulsar controles asociados a la transparencia proactiva, como un Código de Conducta, testigos sociales, reformas al marco legislativo, entre otros. En este caso particular, el análisis de riesgos de corrupción estuvo a cargo completamente de la OSC, pues no se concretó la colaboración con la dependencia pública.

Quintana Roo: anticorrupción en la gestión de residuos sólidos

En el Municipio de Benito Juárez en el Estado de Quintana Roo, el organismo descentralizado, Solución Integral de Residuos Sólidos (SIRESOL), llamó la atención de varias OSC y el CPC de Quintana Roo debido a inconsistencias en la gestión de los residuos sólidos. Esta coyuntura llevó a la implementación del Modelo en el ciclo presupuestal de SIRESOL, a cargo de Ciudadan@s por la Transparencia y en colaboración con el CPC Quintana Roo, aún sin la colaboración de la dependencia involucrada.

Entre los resultados obtenidos con la implementación del Modelo sobresale la identificación de al menos ocho áreas de mejora en la prevención de riesgos en SIRESOL. Asimismo, debido a que se gestionó durante el periodo electoral de 2021, se realizaron reuniones con las personas candidatas a puestos de elección popular, quienes firmaron un compromiso para atender los riesgos de corrupción resultantes del ejercicio.

El Autodiagnóstico y el Modelo para la Gestión de Riesgos representan esfuerzos en el combate a la corrupción en México, de acuerdo con lo establecido en la Política Nacional Anticorrupción en sus prioridades 20, 21 y 25. De igual forma, tienen por objetivo contribuir a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16 “Paz, justicia e instituciones sólidas” que apunta a la promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas mediante la consecución de sus metas 16.5, 16.6 y 16.7. y a lo establecido en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC, por sus siglas en inglés) en materia de prevención de la corrupción.

[1] Achim Steiner 2021, Statement by the UNDP Administrator: International Anti-Corruption Day 2021, 9 December, https://www.undp.org/speeches/statement-undp-administrator-international-anti-corruption-day-2021-9-december

[2] El Sol de la Laguna. (2020). Separan de su cargo a funcionarios beneficiados por Fondo Durango. El Sol de la Laguna. Recuperado de https://www.noticiasdelsoldelalaguna.com.mx/local/separan-de-su-cargo-a-funcionarios-beneficiados-por-fondo-durango-5342331.html

Si te interesa conocer más sobre Modelo para la Gestión de Riesgos de Corrupción y las acciones que emprende PNUD México en la materia, contáctanos al correo corresponsabilidad.mexico@undp.org o consulta la página del proyecto https://anticorrupcionmx.org/. También puedes acceder el sitio https://comovamoscolima.org/gestion_de_riesgos/ para obtener más información.