Imaginar futuros en las TIC con igualdad para niñas y mujeres

Fomentar la participación de las niñas en las TIC nos convierte en una sociedad más incluyente

23 de Abril de 2020

 Edgar Esquinca

Coordinador del Proyecto de Capacitación y Formación para la Inclusión

La crisis mundial actual derivada de la pandemia de la COVID-19 pone en primer plano la necesidad de una transformación digital en todos los ámbitos de la sociedad. Detrás de estos cambios, están las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), las cuales están jugando un papel fundamental en la acelerada reorganización social en todos los ámbitos: laboral, académico, en los mercados, investigación, salud, etc. La actual emergencia sanitaria vuelve más evidente la importancia de consolidar futuros profesionales que contribuyan a generar soluciones para todas y todos.

El uso de las TIC no se restringe al ámbito profesional relacionado con la tecnología. Su comprensión es relevante en prácticamente todos los ámbitos del quehacer actual y cotidiano. Acceder al uso y conocimiento de las TIC abre la posibilidad a participar del progreso humano y de todos los procesos que de ahí derivan; es indispensable para hablar de igualdad de oportunidades.

El Día de las niñas en las TIC, que se celebra el cuarto martes de cada abril desde 2011, es una oportunidad para impulsar acciones que reduzcan la brecha digital de género. Esto implica construir un horizonte donde la representación de las mujeres graduadas en carreras TIC sea paritario y deje atrás el actual 3% (UNESCO,2019) para ir hacia una representación igualitaria en las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM), tradicionalmente consideradas para los hombres.

Un menor acceso de las niñas y mujeres al uso de las TIC, aunado a un reducido desarrollo de habilidades técnicas como las lógico-matemáticas y blandas como autoconfianza, para el uso de TIC, son algunas de las condiciones que han ensanchado esta brecha a nivel profesional.

A nivel mundial, sólo el 6% de los CEO de industrias tecnológicas y un 19% de quienes integran los consejos de dirección son mujeres[1]. En México, la situación es similar ya que en 2019 sólo 2 de cada 10 profesionistas en áreas de ingeniería eran mujeres (SNE,2020). Esta disparidad es similar en personas profesionistas ocupadas en Tecnología de la información y la comunicación, y en Ciencias de la Computación, donde las mujeres ocupan un 23.5% y un 37.5%, respectivamente.

La ausencia de mujeres como modelos a seguir (role models) en diversos ámbitos profesionales, ambientes adversos o que atentan contra la integridad de las mujeres, la poca valoración de la participación de las mujeres en ciertas actividades, etc., son algunos ejemplos de por qué es relevante analizar cómo estos obstáculos y limitaciones para acceder a oportunidades no necesariamente son barreras formales y explícitas, sino que se construyen desde los contextos y ambientes.

Por ello, para comenzar a imaginar futuros con igualdad de condiciones y participación de las niñas y las mujeres en las TIC, es necesario cambiar el sistema de creencias (estereotipos, prejuicios y normas de género) de todas las personas que integran nuestros ambientes de convivencia, en la casa, en la escuela, en el trabajo, y en la vida pública en general.

Este nuevo imaginario debe comenzar desde la niñez y adolescencia. En el país, según datos de la prueba PISA 2015, 8.8% de las niñas de 15 años han pensado seguir una carrera profesional en ciencia o ingeniería y apenas 1% en el área de tecnologías de la información y comunicación (TIC); mientras que 27.5% de los niños de la misma edad considera estudiar ciencia o ingeniería y 3.5% adentrarse en el área de las TIC. Sin duda, promover la incursión de las niñas y mujeres en estos ámbitos de desarrollo amplía las oportunidades laborales, sobre todo ante la automatización de cierto tipo de trabajos, en los que participan principalmente mujeres (ej. sector terciario) y permite la representatividad de las mujeres en más campos del conocimiento.

En la vida cotidiana, el uso de las TIC hace accesibles los beneficios de nuevas formas de comunicación e interacción, mismos que se han vuelto indispensables dadas las medidas de distanciamiento físico y de reducción de la movilidad en espacios públicos.

Es también en este espacio público donde son indispensables acciones que permitan aumentar la representación de mujeres en puestos de toma de decisiones, que transformen los contenidos educativos y de medios de comunicación para aumentar la presencia de mujeres y reducir las conductas y perspectivas sexistas.

La digitalización y el uso de las TIC son fundamentales en la búsqueda actual y acelerada de soluciones para la pandemia en campos como la medicina (vacunas, modelos de comportamiento molecular, etc.), además de soluciones innovadoras a retos globales como los enmarcados en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Sin embargo, como dice el Secretario General de la ONU, António Guterres: “cuando las mujeres son excluidas de este tipo de trabajo, reproducimos y profundizamos las desigualdades y los estereotipos de género, creamos productos que no responden adecuadamente a las necesidades de la mitad de la población y fomentamos la brecha digital de género”.

En suma, para eliminar las desventajas de participación que hoy viven niñas y mujeres es necesario instar a los Gobiernos, la industria y el mundo académico a que elaboren estrategias para construir ambientes propicios para la práctica de la igualdad en la que participen también los niños y hombres, y de esta manera transitar hacia una sociedad más incluyente.

[1] Foro Económico Mundial, en IAM, 2020.