Construyen refugios de peces para proteger arrecifes

3 de Mayo de 2019

En el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc han logrado captar una diversidad de por lo menos 30 especies, un resultado esperanzador para enfrentar los efectos del cambio climático

Con vidrio reciclable de ventanas de autos, arpones tipo Hawaiana, tramos de redes, pedazos de boyas y cuerdas de artes de pesca confiscados a pescadores ilegales o furtivos en sitios de conservación, especialistas del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc construyeron refugios para peces, langostas y otros crustáceos con el objetivo de que sean herramientas útiles para proteger a la diversidad biológica de los arrecifes.

Esta Área Natural Protegida, que se localiza en la parte norte del estado de Quintana Roo, es parte del Gran Cinturón de Arrecifes del Atlántico Occidental y pertenece al Sistema Arrecifal Mesoamericano. Es considerada como la segunda barrera arrecifal más grande del mundo y contiene uno de los ecosistemas más diversos y complejos del planeta.

Elaborado y registrado como un diseño de utilidad (IMPI, 2018), el Dispositivo Agregador y Refugio Temporal de Peces y Crustáceos ofrece un espacio de protección en sitios con presencia limitada de vegetación y escondrijos adecuados para permanencia por breves o largos períodos de tiempo.

En menos de un año, los resultados han sido alentadores ya que se ha documentado una compleja interacción de peces y otros organismos. Es importante resaltar que en el sitio en donde se colocaron los refugios, previamente no existían densidades significativas de peces, crustáceos o moluscos de talla comercial.

Esta estrategia tiene múltiples beneficios sociales, económicos y ecológicos al restituir la funcionalidad del ecosistema y crear refugios para especies de importancia comercial y ecológica. Los refugios además son instrumentos que contribuyen a reducir la vulnerabilidad, incrementar la resiliencia y mejorar la capacidad adaptativa ante el cambio climático.

En este programa de construcción de refugios participa el Proyecto Resiliencia, que tiene como uno de sus principales objetivos atenuar los impactos del Cambio Climático. Resiliencia es implementado en conjunto entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).

Sobre los primeros resultados, Resiliencia informó que los refugios captaron una diversidad de por lo menos 30 especies durante un período de diez meses (mayo-febrero). Se observaron 28 especies de peces, una especie de crustáceo y una especie de molusco.

Se han observado peces arrecifales de tallas reducidas, como damiselas, sargentos, payasos, cirujanos… y también peces de mayor tamaño como pargos, jureles, boquinetes, entro otros. Estos últimos en número significativo; son además de importancia comercial.

Según los registros, la dinámica de la colonización, el aprovechamiento de los refugios y las relaciones que se observaron entre las especies durante el periodo, indican una clara efectividad tanto para medir la presencia de especies en el área como para observar sus interacciones biológicas, donde las especies raras, abundantes y comunes conforman la gran mayoría de los registros.

Esto resultados son esperanzadores ante los impactos que han recibido en los últimos treinta años los ecosistemas arrecifales coralinos, tanto de origen natural como humano.

Los principales impactos provocados por el hombre son la sobreexplotación de los recursos marinos, contaminación, eutrofización, desarrollo costero mal planificado, encallamientos y varamientos, turismo masivo y más recientemente, el cambio climático, que está provocando incremento en la frecuencia e intensidad de tormentas y huracanes, blanqueamiento, acidificación y desoxigenación de los corales.

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