Desarrollo humano y violencia contra las mujeres en México

Desarrollo humano y violencia contra las mujeres

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Desarrollo humano y violencia contra las mujeres en México

6 de Diciembre de 2016

Con la publicación de este documento, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, ONU Mujeres, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) suman esfuerzos para generar herramientas útiles para el diseño de políticas públicas y para profundizar en el conocimiento sobre el vínculo entre la violencia contra las mujeres y las niñas y la pérdida en desarrollo humano atribuible a la violación de la autonomía personal generada por dicha violencia.

Al afectar de manera directa la agencia y las capacidades de las mujeres, la violencia ejercida contra éstas restringe sus opciones de desarrollo, es decir lo que ellas pueden ser y hacer.

En México se han dado importantes avances normativos para garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia; sin embargo, persiste la necesidad de armonizar las leyes estatales con los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos de las mujeres, así como de garantizar la protección legal y los servicios esenciales para atender a mujeres que han padecido alguna forma de violencia.

Esta publicación presenta una síntesis con los principales resultados de un documento más extenso,2 en donde se presenta un cálculo del Índice de Desarrollo Humano (IDH) ajustado por violencia contra las mujeres.

El documento plantea un nuevo enfoque para concebir y medir la afectación al desarrollo debido a la violencia contra las mujeres. En particular, propone un indicador basado en el IDH que considere el nivel de violencia contra las mujeres como un elemento que limita la autonomía personal y que se traduce en una menor valoración del conjunto de oportunidades de bienestar abiertas a las personas. Este enfoque parte de la idea de que la violencia contra las mujeres representa una restricción a su agencia para ver realizadas sus capacidades de alcanzar lo que consideran valioso, y en consecuencia
reduce su calidad de vida.3

La información estadística sobre violencia contra las mujeres utilizada para hacer el cálculo proviene de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (ENDIREH) realizada en el año 2011.

Actualmente debemos mandar un mensaje claro y contundente: la violencia contra las mujeres y las niñas es evitable y puede ser detenida. Tenemos el impulso, el respaldo político mundial para promover y hacer efectiva la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y, lo más importante, tenemos la convicción y los medios para que las mujeres y las niñas vivan una vida libre de violencia.4 Esta publicación busca acelerar este impulso con mejor evidencia para la política pública.

Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas es imperativo para el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Lo anterior fue recientemente acordado por los Estados miembros de las Naciones Unidas al adoptar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.1

1. Todos los países de América Latina y el Caribe han ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas, y han sido pioneros en adoptar la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (1994), mejor conocida como
Convención de Belém do Para, primer instrumento jurídico internacional vinculante específico que reconoce el derecho humano de las mujeres a una vida libre de violencia. La Convención de Belém do Pará se ha constituido en un importante impulsor de políticas, leyes, programas de acción nacionales y orientados a la erradicación de la violencia contra las mujeres.
2. IINMUJERES, ONU Mujeres y PNUD (2015). Libertad y victimización: hacia un Índice de Desarrollo Humano ajustado por la violencia contra las mujeres. Equipo de investigación: Rodolfo de la Torre y Cristina Rodríguez, en edición. Este material también es resultado de ejercicios previos, impulsados por ONU Mujeres y PNUD, que han quedado plasmados en publicaciones tales como: Indicadores de desarrollo humano y género en México (2006) y Desarrollo Humano y violencia contra las mujeres en Zacatecas (2007).
Véase: http://www.cinu.org.mx/prensa/especiales/2006/IDHygenero/IDHyG%20en%20Mexico.pdf y http://cedoc.inmujeres.gob.mx/insp/desarrollo.pdf
3. El desarrollo humano se concibe como la expansión de la libertad de las personas (Sen, 2000). La libertad involucra el actuar como agentes promotores de los objetivos propios (agencia) y el contar con un conjunto de acciones o estados valiosos dentro del cual escoger (capacidades). Así, la libertad implica tener autonomía y oportunidades significativas. En el presente documento se define la agencia y la autonomía como coincidentes: “Autonomía es ser agente y al mismo tiempo actuar con voluntad propia, sin un sentido de coerción” (Kagitcibasi, 2005).
4. ONU Mujeres, véase: http://mexico.unwomen.org/es